En invierno los días grises no existen.
Existen días cargados de nubes.
Existen días de cielos velazqueños.
Existen días en los que el sol se esconde.
Yo aprovecho y me mimetizo con el paisaje. Pero me pinto las uñas de rojo rabioso.
Y lo mismo hago con el bolso.
Así nadie puede decir que hace un día triste.