sábado, 17 de junio de 2017

El encargo

Pasad.


Poneos cómodas, que tengo cosas que contaros.


Esto que hacemos me apasiona: sentir la llamada de una tela, lo que representa, lo que evoca, donde se puede aplicar, qué hacer con ella; me sucede lo mismo con las lanas, los abalorios, los hilos.



Podría dedicarle todas las horas del día.

Es así cómo me ha llegado este encargo.



Su dueña es una persona sencilla, que valora los pequeños detalles que diferencian cada pieza y las hace únicas.



A ella, que vive rodeada de cosas bonitas, le dedico esta entrada.

Para que cada mañana, al abrir el armario, vea una percha que le alegre el día.