Costurera sin dedal

Por todos es sabido que los refranes son pequeñas perlas de sabiduría popular, compendio de conocimientos adquiridos a través de años de experiencia.

En general me gustan todos; es por ello que los colecciono.

Y entre mis favoritos, como no podía ser menos, se encuentra el de "costurera sin dedal cose poco y cose mal".

Así que, para que no sea el caso, os presento dos portadedales que he elaborado siguiendo las precisas indicaciones de "Las Cosas de Mari".

He probado distintas texturas para darle el toque personal que tanto me gusta: la tela azul la tenía guardada desde hace años, esperando que encontrara su lugar; y la tela de la derecha es un remanente del encargo que os mostré en la entrada anterior del blog.

Y ahora unas fotos más en detalle.

Espero vuestros comentarios y, por supuesto, vuestros refranes.

El encargo

Pasad.

Poneos cómodas, que tengo cosas que contaros.

Esto que hacemos me apasiona: sentir la llamada de una tela, lo que representa, lo que evoca, donde se puede aplicar, qué hacer con ella; me sucede lo mismo con las lanas, los abalorios, los hilos.

Podría dedicarle todas las horas del día.

Es así cómo me ha llegado este encargo.

Su dueña es una persona sencilla, que valora los pequeños detalles que diferencian cada pieza y las hace únicas.

A ella, que vive rodeada de cosas bonitas, le dedico esta entrada.

Para que cada mañana, al abrir el armario, vea una percha que le alegre el día.

Tardes de invierno

Las tardes de invierno dan para mucho.

Una tarde de amigos,

de tazas humeantes,
de películas y palomitas,
de lecturas apasionantes sobre el sofá mullido,

conversaciones arropadas por el calor de la leña y,
por supuesto, tardes de punto.

El resultado es la joya de la corona.

 

Única, personal e ideal para abrigarte en las tardes de invierno.